5 claves para aumentar la participación en el aula

¿Por qué el alumnado no hace más preguntas en la escuela? La respuesta corta es que la mayoría de l@s estudiantes creen que su trabajo es responder, no hacer preguntas y desconocen los beneficios de la participación en las actividades y proyectos del aula.

Además, much@s piensan que hacer preguntas puede llevar al profesorado a creer que no son inteligentes o sugerir a ojos de sus compañer@s que no son buenos. Otr@s, simplemente, no saben cómo o qué preguntar.

El alumnado que está dispuesto a asumir riesgos pueden dejar una buena pregunta. El ritmo acelerado y controlado del prfesorado en las aulas, a veces, ofrece pocas oportunidades para que l@s estudiantes hagan una "oferta" que interrumpa el flujo con una reflexión (que pueda requerir mucho tiempo). Y sin embargo, l@s estudiantes aprenden más cuando hacen preguntas. Cuando formulan sus propias preguntas, es más fácil entender y recordar lo que se está estudiando, por entender la relación que hay entre cuestionar, pensar y aprender.

5 maneras de alentar a tu alumnado a hacer más preguntas

¿Qué pueden hacer l@s docentes para animar y desarrollar a l@s estudiantes como interrogadores? Podemos abordar tanto la voluntad como la habilidad de nuestro alumnado para asumir este papel activo en su aprendizaje. Aquí hay cinco estrategias para lograrlo:

1.- Generar expectativas

Habla con tu alumnado sobre el qué y el por qué de las preguntas, ayudándoles a comprender su papel como interrogadores y el valor de cuestionar su aprendizaje. Considera introducir los siguientes marcos mentales:

  • Me hago preguntas para controlar mi pensamiento y aprendizaje.
  • Hago preguntas para aclarar y profundizar mi comprensión del contenido académico.
  • Utilizo preguntas para comprender otras perspectivas y para participar en el pensamiento y el aprendizaje en colaboración.
  • Utilizo preguntas para canalizar mi curiosidad y despertar mi creatividad.

2.- Desarrollar habilidades para el cuestionamiento

Implica identificar y comunicar habilidades clave y proporcionar herramientas para respaldar cada habilidad. A continuación se muestran algunas habilidades y preguntas para desarrollar el cuestionamiento:

3.- Ofrecer oportunidades para la práctica

Enséñales sobre las habilidades de cuestionamiento en un entorno de práctica. Puede ser tan simple pedirles que hagan cinco preguntas sobre una tarea que acaban de trabajar. Cuando se les pide a que formulen preguntas, es importante darles la oportunidad de usarlas, ya sea presentándolas a sus compañer@s de clase, en una investigación o de alguna otra manera.

Proporcionarles comentarios sobre la calidad de sus preguntas también es importante para mejorar sus habilidades. El objetivo final, por supuesto, es que formulen preguntas de forma espontánea cuando surja la necesidad durante la clase (por ejemplo, para aclarar un punto de confusión) o durante un debate en clase (cuando, por ejemplo, sienten curiosidad por una idea o pensamiento de un@ compañer@).

4.- Proporcionar tiempo y oportunidad para preguntar

Si el alumnado formulará preguntas de forma oral durante la clase, debe tener la oportunidad de introducirlas en la conversación de las aula. Una buena técnica es Think Time. El Think Time 1 consiste en una pausa de 3-5 segundos después de una pregunta del profesorado antes de señalar a un@ estudiante para que responda. Esta pausa les permite considerar y preguntar sobre el significado de la pregunta cuando sea apropiado. El Think Time 2 cuenta con una pausa de 3-5 segundos después del final del comentario de un@ estudiante (antes de que alguien más hable), ya que brinda la oportunidad de procesar lo que se ha dicho y que formulen preguntas sobre el comentario o sobre el tema en general.

Think Time Profesorado

5.- Crea una cultura que valore las preguntas del alumnado

Ninguna de las estrategias anteriores despegará en una cultura en la que el alumnado tenga miedo de correr riesgos. Much@s creen que al hacer una pregunta están admitiendo su propia ignorancia, aunque el profesorado debe comunicarles que sus aulas son lugares donde las preguntas se valoran aún más que las respuestas. “¡Aquí se celebra la curiosidad!”

Hazles saber que al hacer preguntas aclaratorias no solo mejoran su propio entendimiento, sino que también ayudan a otr@s alumn@s. La retroalimentación verbal positiva es una excelente manera de reforzar este mensaje. Las preguntas ayudan a l@s estudiantes a convertirse en líderes de su propio aprendizaje.

Las preguntas generadas por l@s estudiantes les hacen avanzar tanto en su aprendizaje como en su compromiso. Agrega estas cinco estrategias a tu repertorio para comprobar si resultan en más preguntas.

Artículo original en "How to Get Your Students to Ask More Questions", de Jackie Walsh en Middleweb.

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