Pensamiento Computacional en el Aula: ¿Por qué es Importante?

La competencia digital y el pensamiento computacional son dos habilidades que han cobrado una importancia mayúscula en el nuevo modelo de aprendizaje competencial y transversal que propone la LOMLOE. El pensamiento computacional puede considerarse como una competencia transversal del currículum que permite a los alumnos pensar de forma lógica y resolver problemas complejos.


En este artículo exploraremos qué es el pensamiento computacional, por qué es importante en la educación y cómo puedes integrarlo en el aula para enriquecer la experiencia de aprendizaje de tu alumnado.

¿Qué es el pensamiento computacional y por qué es importante en el aprendizaje?

El pensamiento computacional es una forma de abordar y resolver problemas utilizando habilidades y técnicas inspiradas en la informática. Incluye la resolución de problemas, el análisis de patrones, el uso de algoritmos y la automatización de procesos. Estas habilidades son fundamentales en el mundo actual, ya que se aplican en una amplia gama de campos y profesiones, desde la ciencia y la ingeniería hasta las artes y las humanidades.

La importancia del pensamiento computacional en la educación radica en su capacidad para ayudar al alumnado a pensar de manera lógica y sistemática. Al desarrollar habilidades de pensamiento computacional, el alumnado puede abordar problemas complejos de manera más efectiva y desarrollar soluciones innovadoras. Esto les permite tener un mejor rendimiento académico y estar mejor preparados para el futuro.

El pensamiento computacional en el currículum escolar

El pensamiento computacional en el nuevo modelo de aprendizaje competencial y transversal cobra una importancia mayúscula. Una buena integración es fundamental para garantizar que el alumnado desarrolle estas habilidades desde una edad temprana. Desde la educación infantil hasta la secundaria, el pensamiento computacional se puede enseñar de manera progresiva, adaptándose a las necesidades y habilidades de cada nivel educativo.

En educación infantil se introducen competencias y capacidades a trabajar como la resolución de problemas, la creatividad, la capacidad de aprender a aprender o el pensamiento crítico. Esas son las bases del pensamiento computacional. Los alumnos de infantil deberán desarrollarlas mediante la observación y manipulación de objetos.

En educación primaria el objetivo pasa por utilizar el pensamiento computacional para modelizar y automatizar situaciones de la vida cotidiana. El alumno empezará a crear algoritmos y a reconocer patrones con el fin de simular esos escenarios. Se introduce la programación por bloques y la robótica educativa con el fin de desarrollar soluciones tecnológicas creativas capaces de resolver retos y problemas reales.

Llegados a la educación secundaria, continúan siendo claves las competencias de la etapa de primaria, pero en esta ocasión de forma más específica. De hecho, tanto en la obligatoria asignatura de Matemáticas como en la opcional de Tecnología y Digitalización, hay bloques de contenidos específicos destinados a trabajar el pensamiento computacional:

  • “Proceso de resolución de problemas”.
  • “Pensamiento computacional, programación y robótica”.
  • “Tecnología sostenible”.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo la competencia digital en general y el pensamiento computacional en particular se perfilan como piezas esenciales en las aulas del presente y futuro.

¿Cuáles son las claves del pensamiento computacional?

El término “pensamiento computacional” se sustenta en lo siguiente:

  • Resolución de problemas: el alumno debe aprender a identificar los problemas, analizar sus componentes y elaborar estrategias para llegar a soluciones efectivas. Por ejemplo, al enfrentarse a un desafío matemático, los alumnos podrían descomponerlo en problemas más pequeños y abordables antes de resolverlo.
  • Análisis de patrones: Reconocer y analizar patrones es fundamental para comprender situaciones complejas y predecir resultados. En el aula, esto podría implicar identificar tendencias en datos históricos o reconocer patrones en literatura y arte.
  • Uso de algoritmos: la creación y aplicación de algoritmos es una habilidad clave para implementar soluciones a problemas reales del día a día. El alumnado debe aprender a diseñar algoritmos para implementar soluciones a problemas reales. Por ejemplo, podrían diseñar un algoritmo para calcular la ruta más corta entre dos puntos en un mapa.
  • Automatización de procesos: La automatización implica utilizar algoritmos y tecnología para realizar tareas repetitivas y complejas de manera más eficiente. El alumnado puede aprender sobre automatización a través de la programación y la creación de sistemas automatizados, como robots o aplicaciones de software.
  • Robótica: esta disciplina es una buena manera de aplicar los conocimientos en programación y automatización.
  • Abstracción: La abstracción es la habilidad de simplificar problemas complejos y enfocarse en los aspectos esenciales. Al enseñar al alumnado a pensar de manera abstracta, les permites comprender mejor los problemas y desarrollar soluciones más efectivas.
  • Iteración y depuración: El proceso de pensamiento computacional implica iterar y perfeccionar soluciones. El alumnado deben aprender a evaluar sus soluciones, identificar errores y ajustar sus enfoques para lograr resultados óptimos.

En definitiva, el pensamiento computacional es un elemento clave en el currículo. A través de él, los alumnos aprenderán a pensar de forma lógica y a resolver problemas complejos. Esto les permitirá tener un mejor rendimiento académico y afrontar el futuro con más recursos.

¿Cómo es el proceso para desarrollar habilidades de pensamiento computacional?

Buscar soluciones a problemas, ese es el objetivo que perseguimos durante gran parte del proceso de aprendizaje. Esa forma de trabajar es la base de los proyectos, en los cuales fomentamos el desarrollo del pensamiento computacional y otras muchas habilidades.

Todo parte de la propia definición del problema. Primero, los estudiantes identifican el reto y lo descomponen en partes más pequeñas para que sea más fácil de abordar en sucesivas fases.

Después, programan una solución. Esta es la etapa donde el reto va tomando forma, en ella se ejecuta el proyecto paso a paso, lo que permite desarrollar habilidades de pensamiento algorítmico.

En las fases finales del proceso, los estudiantes evalúan y modifican las soluciones para cumplir con los criterios de éxito. Para cerrar el proceso de aprendizaje y el desarrollo de habilidades de pensamiento computacional, presentan sus soluciones. Esta última fase se orienta a fomentar las habilidades de comunicación.

A través de este proceso, los estudiantes aprenden a descomponer problemas, generalizar soluciones, pensar algorítmicamente, evaluar y modificar soluciones, y comunicarse efectivamente.

¿Cómo integrar el pensamiento computacional en el aula?

El reto para el profesorado pasa por integrar el pensamiento computacional en la escuela y en el currículo.

Una herramienta que puede ser útil para implementar el pensamiento computacional en el aula es ROBOTIX C360 , una solución integral capaz de llevar el pensamiento computacional al currículum. A través de la robótica educativa, se puede desarrollar el pensamiento computacional de forma intuitiva y personalizada para el alumnado. Incluye información en tiempo real del progreso real de cada alumno. Además, se ofrece formación y apoyo continuado para el profesorado.

Con esta solución avanzada podrás trabajar con alumnos desde 3º de primaria hasta 3º de ESO. Sin complicaciones. Ofrecemos robots actualizados para que nada falle.

En definitiva, el pensamiento computacional es un elemento clave en el currículo que permite a los alumnos desarrollar habilidades de resolución de problemas, pensamiento crítico, creatividad y programación. Integrarlo en el aula es fundamental para preparar a los estudiantes para el futuro. Trabajarlo correctamente marcará la diferencia.

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